
Se ha comparado mucho al jamón Mangalica con el jamón Ibérico debido a que comparten ciertas características.
La raza Mangalica está emparentada genéticamente con la del cerdo mediterráneo, tronco al cual pertenece el cerdo ibérico. Sin embargo, al ser estas dos variedades diferentes, y aunque sus productos son considerados auténticos delicatesen entre los mejores gourmets, tienen cada una diferencias y características organolépticas propias.
Entre sus similitudes destacan por ejemplo que ambas razas tienen la pezuña de color negro, los animales son extremadamente grasos, muy rústicos y más fuertes ante algunas enfermedades, además de tener una anatomía adoptada al pastoreo. Esto permite, en ambos casos, que sus jamones puedan ser curados con periodos de maduración largos y lentos.
En cuanto a sus diferencias, la alimentación es una de ellas ya que el Mangalica se alimenta de maíz, trigo y pastos, mientras que el ibérico lo hace de hierba y bellota, o piensos en el caso de los animales de cebo.


El Mangalica se alimenta de maíz, trigo y pastos, mientras que el ibérico lo hace de hierba y bellota, o piensos en el caso de los animales de cebo.
También se dan significativas variaciones de sabor: aunque tienen notas en común, mientras que el jamón Mangalica tiene un sabor aromático delicado con notas de frutos secos, el jamón ibérico, sobre todo el de bellota, tiende a un sabor más intenso y más dulce con resonancias camperas, debido a la alimentación en dehesa durante la Montanera. Aunque igualmente veteada, la grasa del jamón Mangalica es más fina y de menor complejidad.
En lo que se refiere a la comercialización, el precio del jamón Mangalica suele ser algo superior al del jamón ibérico de cebo aunque muy inferior al del jamón ibérico de bellota.