Su casi extinción y recuperación

Con la llegada de los 90, quedaban unos 160 ejemplares de Mangalica en Hungría.

El número de hembras reproductoras Mangalica disminuyó a unas 30, por lo que su extinción era solo cuestión de poco tiempo. En el último momento, una demanda del mercado español cambió radicalmente su rumbo.

En la primavera de 1991, en su búsqueda por encontrar cerdos grasos para la producción de jamón curado de larga maduración, el empresario español Juan Vicente Olmos se topó con esta variedad: el cerdo húngaro, muy graso, con algunas similitudes sorprendentes con el cerdo ibérico, como por ejemplo su pata negra. Se puso en contacto con el ingeniero agrícola Péter Tóth para realizar una selección y poder obtener jamones de alta calidad. Fueron su interés y su empeño los que le llevaron a investigar y conseguir de nuevo que esta raza de cerdo volviese a tener un rendimiento que asegurase su sostenibilidad.

Desde ese año, la supervivencia de la raza no sólo se aseguró sino que su reproducción se expandió paulatinamente. El arduo trabajo de los siguientes 10 años fue dando sus frutos: el número de animales reproductores de la raza Mangalica en 2010 superaba ya los 7.000, y las ventas de Olmos és Tóth Kft., las 15.000 unidades de jamón Mangalica, el cual se ha ido consolidando como uno de los productos gourmet a tener en cuenta. En 2006 se exportaron varios ejemplares a Gran Bretaña y desde entonces están registrados en el BPA Mangalitza Herd Book. Al año siguiente (2007) se exportaron algunos ejemplares a los EEUU.

Tanto el jamón curado como la carne fresca del cerdo Mangalica se han convertido en productos delicatessen húngaros, cuyo éxito no se podría haber imaginado sin el trabajo y dedicación por parte de Olmos és Tóth Kft. A día de hoy se crían unos 60.000 cerdos de esta raza en Hungría.​ Sus jamones se pueden encontrar en las más selectas tiendas gourmet. Y su crianza se ha extendido a otros países como Alemania, Austria y Suiza.

En 2004, la raza Mangalica fue declarada Patrimonio Nacional Gastronómico por el Parlamento Húngaro.

El número de animales reproductores de la raza Mangalica en 2010 superaba ya los 7.000, y las ventas de Olmos és Tóth Kft., las 15.000 unidades de jamón Mangalica.

Actualmente, tras más de 25 años de intensa labor, existe en Hungría una cabaña media de unas 25.000 cabezas, animales que sacrifican en su país natal y cuyos jamones, lomos y piezas susceptibles de curar se traen a España, y después de su secado y elaboración, se venden o exportan.

Por tanto, el Mangalica se encuentra fuera de peligro de extinción, y Monte Nevado mantiene en Hungría tanto su explotación, como el Banco Genético con ejemplares de las tres variedades que se salvaron: Rubio, Rojo y Golondrino.

La empresa española Monte Nevado se ha convertido en la embajadora internacional de los productos de más calidad del Mangalica: jamones y paletas curadas, lomo, y desde 2018 carne fresca gourmet, muy apreciada en la alta cocina tanto en Europa como en los principales países asiáticos.

Como consecuencia de esta extraordinaria labor, el estado húngaro, por mediación de su presidente János Áder, condecoró en 2016 al director general de Monte Nevado, Juan Vicente Olmos, con la Cruz de la Orden de Honor de Hungría por recuperar esta raza autóctona.